
La extracción quirúrgica de hardware para la fijación interna de huesos rotos es una de las cirugías ortopédicas más frecuentes en el mundo occidental. Un total de 180,000 cirugías de extracción de hardware se realizaron en Alemania en el año 2010, lo que lo convierte en el cuarto proceso quirúrgico más común en cirugía ortopédica después de la fijación de fracturas quirúrgicas, artroscopias e intervenciones de disco intervertebral.
Existe un debate constante sobre la justificación de la extracción quirúrgica electiva de implantes ortopédicos. La indicación para la extracción del implante ortopédico es incuestionable en pacientes con infección en el sitio quirúrgico, alergia a metales, compromiso de tejidos blandos o falla de la osteosíntesis.
Sin embargo, las ventajas de las indicaciones relativas, como la mejora prevista de la función, la sensación de dolor o el cuerpo extraño, la limitación espacial para futuros procesos quirúrgicos o simplemente el deseo del paciente de retirar el hardware aún no se han explorado suficientemente en detalle.
En un estudio realizado por Hanson en 2008 que encuestó a 730 asistentes al Curso de Maestría en Tratamiento de Fractura Operativa y Principios de AO en Davos, Suiza, 380 de 655 cirujanos (58%) no estuvieron de acuerdo en que la extracción de implantes de rutina es esencial y el 48% sintió que la extracción es más riesgosa que dejar el implante in situ. Esto posiblemente estuvo influenciado principalmente por numerosas complicaciones que pueden ocurrir durante y después de la extracción quirúrgica del implante.
Las complicaciones comúnmente observadas después de la extracción del hardware son la cicatrización de la herida, las infecciones, el daño a los tejidos y los nervios, las fracturas y el sangrado postoperatorio o una extracción sin terminar. Hay alguna prueba que indica que la tasa de complicaciones postoperatorias depende de la localización específica del material implantado. Sin embargo, las diferencias entre individuos son significativas y los datos publicados aún carecen de coherencia. Por lo tanto, aún no se pueden establecer recomendaciones generales.
La satisfacción del paciente después de la extracción del implante está relacionada con las complicaciones asociadas de la cirugía y el riesgo de recompensar la ecuación necesita una investigación y evaluación exhaustivas basadas en datos fácticos.